“ANTES DE RENDIRTE,
RECUERDA POR LO QUE ESTÁS LUCHANDO”
Podríamos afirmar que cada
miembro de este planeta, llamado Mundo, basaría las horas de su corta vida a
una cosa en particular. Cada ser humano tiene sus gustos y preferencias y
realmente cuando encuentra su vocación persiste hasta alcanzar su meta, ser el
mejor en algo o simplemente serlo.
Yo creo que una de las
particularidades de nuestra raza son las ganas que depositamos en algo, porque
eso nos define tal y como somos, somos característicos, únicos e
irreemplazables, la verdad que ya un héroe no es ni un personaje de ficción, ni
la persona que nos ayuda, ni tampoco es quién se rinde tras haber intentado algo,
sino que es quién se cae una y otra vez y continúa intentándolo. Nadie dijo que
la meta fuera fácil, nadie dijo que ser el mejor se consigue como ir a una
panadería y comprar un pan, en esta vida tienes que tener muy claro lo que
quieres, pero sobretodo, nunca darte por vencido.
Con el tiempo te das cuenta por
lo que realmente lucharía, yo en esta vida solo me dejaría la piel por una
cosa, y es el baile. Muchos pueden tener puntos de vista diferentes, otros
pueden no verlo tan bonito, y otros ponerlo como una maravilla, pero lo que
realmente importa es esa cosa que te llena y que te hace ser mejor persona cada
día y sobretodo que tú seas feliz con lo que haces.
El baile es la mejor forma de
transmitir sentimientos hacia alguien, con insignificantes movimientos, con
simples pasos, con solo un giro de cabeza puedes decir más que con simples
palabras. Estoy segura de que incluso para una persona que no le guste este
tipo de deporte, si viene a una actuación del estilo de danza, que a lo mejor,
más le llame la atención, le transmitiría algo, bueno o malo, pero siempre nos
daría un mensaje. Por eso me gusta tanto, porque de la forma más libre posible
puedes conseguir algo maravilloso y algo por que volvería hacer día a día.
Llevo desde los 6 años bailando
y yo sería capaz de seguir haciéndolo hasta los 106, porque esto se ha
consolidado año tras año y quizás ya sea una parte de mí que si me falta ,
sería como si me faltase una pierna o un brazo; desde pequeña empecé haciendo
ballet, después me pasé a hacer clases de baile moderno, me propusieron entrar
en una academia, la cual, llevo desde ese día hasta el día de hoy. Pasó el
tiempo y decidí sacarme un título de profesora de baile que año tras año he ido
perfeccionándolo, a la vez, fui haciendo actuaciones de baile contemporáneo,
pero realmente todo el trabajo dedicado es hacia ese título.
El título de la ISTD de Londres
es un certificado similar a los títulos de conservatorio, cuando alguien se
dedica a tocar un determinado instrumento, la diferencia es que en este caso es
de baile. Son muchos años para acabarle, empiezas desde pequeña y terminas con
19 años, se constituye de un examen que se realiza todos los diciembres de cada
año, y en un día en particular, consta de asignaturas teóricas y prácticas y
puedes repetir o pasar de curso. Cuando terminas tú tienes las nociones básicas
para dar clases de danza a personas más pequeñas que tú, mientras te sacas el
título puedes ir aprendiéndolo.
Todo es una conexión clara con
el mundo exterior, es un camino difícil por el que no muchos se dedicarían a
esto y claramente no apostarían por vivir el día de mañana así. Pero yo he
aprendido que si realmente te apasiona algo no lo dejes, no lo apartes y sobre
todo no lo olvides, no olvides que es una pequeña parte de ti mismo y que si
ahora renuncias a ello el día de mañana te pesará, te preguntarás por qué no lo
hice, te dirás que por qué lo dejé y me dediqué a algo que realmente no me
gustaba y afirmarás que ya no eres el mismo.
PORQUE NINGUNA CAUSA ESTÁ PERDIDA, SIEMPRE QUE QUEDE UN INSENSATO
DISPUESTO A LUCHAR POR ELLA.
“So I like dancing so
much, because of the freest possible way form you can get something wonderful
and something that you would do every day. No cause is lost, it is always some
foolish ready to fight for its”