La mayoría de las veces tenemos un gran problema entre el corazón y la razón. La verdad es que no se puede saber a ciencia cierta cual es la mejor opción, normalmente nos guiamos más por el corazón que por la cabeza, pero cuando es al contrario nos sentimos como que algo hemos hecho mal. Surge por épocas, cuando nos parece realmente acertado una cosa se nos desmonta con otra mucho mejor, dudamos, y perdemos el norte, ya no sabemos cuál es la acertada, nos sumergimos en un estado continuo de indecisión donde nuestro cerebro reproduce una y otra vez situaciones diferentes de cada cosa, comparándolas, con un resultado nulo y sin ninguna solución viable.
Gran disputa entre ambas, mil y un preguntas sin respuestas, donde lo peor de todo es que nadie nos puede ayudar. Nos enfrentamos a una situación que probablemente pueda cambiar nuestras vidas, para bien o para mal...
Entonces... ¿ Qué es más importante lo que sentimos o lo que pensamos que nos conviene? ¿Lo que sabemos que es malo para el resto pero bueno para ti? o ¿Lo que es bueno para los demás pero no lo suficiente para uno mismo?
Quizás deberíamos pararnos a meditar los pros y los contras de nuestras acciones, que pasaría si elegiríamos una cosa o la otra, pero realmente yo creo que vida solo hay una y que por mucho que lo evitemos siempre nos vamos a equivocar ya sea por una situación o por la otra. Lo que realmente importa es que seamos felices y que aunque fallemos o acertemos seamos totalmente felices de lo que hacemos. Llegan momentos donde necesitas hacer cambios en tu vida radicales, dejar a personas y conocer nuevas, abandonar tu casa y vivir en otra.
Por eso mismo no dejemos que nuestras dudas nos consuman, nos hagan enloquecer y nos quiten el sueño. La vida esta hecha para ponernos obstáculos, los cuales, nosotros somos los campeones para superarlas, pero siempre que las tengamos da igual el corazón o la razón lo verdaderamente importante es que nos llenen, la verdadera esencia de la vida es ser feliz.
